Este artículo busca transmitir la fraternidad e ilusión que experimentamos durante el Capítulo, a la vez que responde agradecido a algunas de las cartas recibidas previas al evento, en las cuales me sentí identificado con personas con las que comparto la misión en Prolibertas, la Confraternidad… y con personas con las que he compartido la ilusión de vivir y transmitir nuestro maravilloso carisma. Por eso, aquí tenéis mi respuesta. Hay mucho que esperar, os lo cuento a continuación.
Un proceso de revitalización de nuestras comunidades. Se priorizará el cuidado de la vida fraterna para asegurar una atención adecuada a los hermanos mayores o con necesidades especiales, evitando sobrecargar a los jóvenes. El activismo nos puede desconectar de Dios y de los hermanos. Queremos vivir y gozar nuestra relación con Jesús, que es quien nos llamó, en un ambiente de conversión personal y comunitaria para vivir una vida fraterna que nos reconforte y nos llene.
Esperamos priorizar las obras más trinitarias en las que somos realmente significativos aportando nuestro carisma al mundo y a la Iglesia. En la Pastoral Penitenciaria, con Prolibertas, Argia, con los Cristianos Perseguidos en SIT, con un estilo propio de educar en FEST, vemos muchos frutos de vida, la vigencia de nuestro carisma para transformar la sociedad. Es necesario dejar de lado aquellas actividades que otros puedan llevar a cabo para enfocarnos en lo que nuestro carisma, la Iglesia y el mundo requieren de nosotros.
Contamos con una gran familia. Ya Juan de Mata lo hizo desde los orígenes contando con religiosas, laicos y cofrades. En la actualidad seguimos sintiendo esa cercanía, como ejemplo las cartas enviadas a “Trinitarios” de laicos, cofrades, jóvenes, religiosas… manifestando sus esperanzas y demandas al Capítulo. Muchas de las obras que realizamos actualmente son en Misión Compartida como Pastoral Juvenil o las fundaciones. En el Capítulo participaron representantes de FEST, Prolibertas, Argia y Pastoral Juvenil Vocacional. Gracias a ellos, aunque haya menos religiosos con posibilidad de implicarse, la misión es más profesional y llega a más personas.
Implicarnos todos en la pastoral juvenil y vocacional. Como venimos haciendo y animando a hacer de forma transversal en todas las áreas. Estar siempre abiertos a los jóvenes que son el futuro. En la Pastoral Juvenil, en los colegios, en las parroquias, en las hermandades y cofradías, hay un gran potencial de jóvenes a los que seguir transmitiendo este gran carisma. Es importante sentirnos orgullosos de lo que somos y de lo que hacemos. Potenciar la marca “Trinitarios”. La mejor pastoral vocacional para laicos, religioss y sacerdotes es vivir con ilusión e implicarnos para que en el mundo haya más Trinidad y liberación.
Por último, dejarse sorprender. Lo digo por experiencia personal, ya que no imaginaba que mis hermanos me confiasen el ministerio de ser consejero provincial. Confiado en Dios, en nuestra madre del Buen Remedio y en la gran familia que formamos lo acepto y pido vuestra oración para desempeñar este encargo lo mejor posible. Y eso, ¡qué nos dejemos sorprender por Dios!.