Leer es mucho más que imaginar
Podría parecer el título de una nueva novela de Isabel Allende o el elegido por mi paisano Antonio Gala para algún famoso poema narrativo… Pero no es así, leer es un ejercicio profundo de empatía, aprendizaje y reflexión. A través de las páginas de un libro, no solo visualizamos historias, sino que también absorbemos conocimientos, aprendemos a pensar por nosotros mismos, vemos el mundo desde perspectivas distintas, exploramos culturas y experimentamos emociones ajenas.
Las vacaciones son el momento ideal para sumergirse en la lectura. Con la pausa de las responsabilidades diarias y el tiempo libre a disposición, se presenta una oportunidad perfecta para explorar nuevos mundos a través de los libros. Leer en vacaciones permite relajarse, desconectar de la rutina y viajar mentalmente a lugares lejanos, ya sea desde una playa, una montaña o el confort del hogar. Además, es un momento propicio para ponerse al día con aquellas novelas, biografías o ensayos que quedaron pendientes durante el año. En mi caso, como profesora de Lengua española y Literatura, es el momento de elegir mis propios textos, sin tener que centrarme en las lecturas obligatorias que, en ocasiones, el sistema educativo nos propone. La lectura en este periodo vacacional no solo enriquece el intelecto, sino que también proporciona un descanso mental, contribuyendo al bienestar y al disfrute del tiempo libre.
La lectura en vacaciones te puede llevar a playas paradisiacas donde imaginar un paisaje bucólico para tu próxima story, puede trasladarte a una excursión por la selva donde vivir la aventura más inédita de tu vida, podría acompañarte a participar en un festival o en un concierto donde conocer al amor de tu vida, te permitirá conocer personajes que, aunque ficticios, se vuelven tan reales como las personas en nuestra vida. La lectura siempre estará contigo en vacaciones si la mente o el cuerpo peta (como diría mi alumnado adolescente) tras el tiempo de trabajo intenso. Porque la lectura en vacaciones puede convertirse en terapia, en una forma poderosa de sanación emocional y mental. A través de los libros, puedes encontrar consuelo, comprensión y perspectiva sobre tu propia vida. La literatura te permite explorar tus emociones, identificarte con personajes que enfrentan desafíos similares al tuyo y encontrar soluciones a los problemas cotidianos. Este proceso, puede ayudarte en vacaciones a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión porque ofrece un escape temporal y proporciona una sensación de compañía y apoyo.
Y ahora que la lectura de mis palabras te lleva a adquirir cierta confianza en mí, concédeme el privilegio de aconsejarte tres obras para este verano:
- Comienzo con algo actual, cuya autora es casi coetánea y, desde mi máxima admiración y respeto, colega incansable en el encuentro con la magia de las palabras. Se trata de Irene Vallejo y su obra El infinito en un junco, un libro de memorias, de relatos, un ensayo con ritmo narrativo y poético, dulcemente escrito y capaz de disolverse en la memoria y en el ansia de eternidad de la condición humana.
- Si prefieres lo atemporal, nunca dejarás de emocionarte, aprender y maravillarte con la obra de Patrick Ness que Juan A. Bayona llevó al cine. Un monstruo viene a verme (Monster Calls), una obra de gran profundidad psicológica, con diálogos sanadores que ayudan al protagonista y a nosotros, lectores, a gestionar el duelo y las circunstancias que en la vida nos toca vivir.
- Para terminar, no puedo dejar de recomendarte un clásico contemporáneo Cien años de soledad, novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Lo sé, has escuchado hablar de él mil veces, pero nunca arrancas a leerlo. A lo largo de la novela se recorren siete generaciones que descubren que el miedo que sienten se vuelve realidad, producto de un ciclo de errores e historias que no dejan de repetirse entre descendientes destinados a trágicos finales.
En estos tiempos donde estimular e inculcar la lectura no es tarea sencilla, porque los libros tienen que competir con otras alternativas digitales más atractivas, yo te recomiendo (si me lo permites) que aprendas a asociar la lectura con momentos de bienestar, de tranquilidad, de encuentro… En un mundo digitalizado, tomarse un respiro de las pantallas y sumergirse en la lectura puede ser una experiencia revitalizante y transformadora. La lectura te ofrece un refugio de la constante conectividad, del implacable cotilleo y espionaje de los momentos cotidianos y especiales de amigos, familiares e incluso desconocidos. Te ofrece un descanso a la sensación de estar siempre al tanto de lo que hacen los demás, permitiéndote desconectar y encontrar un momento de paz. ¡Y si no, pregúntale al ChatGPT, verás como está de acuerdo conmigo! Leer es mucho más que imaginar, leer es vivir.