SAN MIGEL DE LOS SANTOS
Protector de la Juventud Trinitaria
Fiesta: 8 de junio
Ángel García Rodríguez
San Miguel de los Santos nació en Vic (Barcelona) el día 29 de septiembre de 1591. Apenas tenía once años cuando se quedó huérfano de sus padres. Tuvo que pasar bajo la tutela sus parientes que lo dedicaron al comercio. No era su vocación dedicarse a vender y fue despedido. Con sólo doce años es admitido como “monaguillo” en el convento de los Trinitarios calzados. Ya entonces llamaba su atención el fervor y devoción hacia el sacramento de la Eucaristía. Al cumplir los quince años (1605) es destinado al convento de Zaragoza con el fin de iniciar su año de noviciado.
En el año 1608 pasa por Zaragoza un religioso trinitario descalzo, fray Manuel de la Cruz. Venía de Pamplona de la nueva fundación descalza trinitaria. Fray Miguel queda prendado del testimonio de su santidad. Es lo que él buscaba. El 28 de enero de 1609 recibía el hábito de la descalces. Repite su noviciado en Madrid en donde tuvo el honor de conocer personalmente al santo Reformador, San Juan Bautista de la Concepción.
Recorrió de modo admirable el camino de la perfección religiosa, viviendo en rigurosa observancia e inmerso en la contemplación. Fue distinguido por el Señor con preciosos dones místicos. Murió a los 33 años en Valladolid el 10 de abril de 1625. Beatificado por el papa Pío VI el 2 de mayo de 1779, fue canonizado por el papa Pío IX el 8 de junio de 1862.
Evangelio
Jn. 14, 21-26: “El que me ama guardará mi Palabra”
Comentario
Jesús está despidiéndose de sus discípulos. Aunque él se ausenta, no obstante se mostrará al que lo ama, es decir, al que guarda su palabra o mandamientos: “El que me ama guardará mis palabras y mi Padre lo amará”. El Jesús vivo de la resurrección seguirá con aquellos que guardan su palabra y sus mandamientos. Cristo inauguró un nuevo estilo de religión en espíritu y en verdad, sin mediaciones externas que anulen al hombre como lugar sagrado de relación personal con Dios, con el mundo y con los hombres.
Como otro Jesús que muere con solo 33 años, Miguel de los Santos amó a Dios, a la Iglesia y a la Orden de la Santísima Trinidad. Sus experiencias místicas de encuentro con Dios sólo pueden comprenderse a la luz del hombre que dejándolo todo, se agarra a la cruz de Cristo. Y así fue como esas palabras del Evangelio de hoy, “vendremos a él y haremos morada en él”, se hicieron realidad en el joven trinitario Miguel de los Santos. La oración continua era la manifestación de la morada de Dios en este religioso trinitario. El mismo repetía con frecuencia: “Siempre estoy en oración”. Juventud comprometida con Dios, oración y servicio a los pobres, es el mensaje que deja el protector de la Juventud Trinitaria a los jóvenes de la Familia Trinitaria.
Oración
Dios misericordioso,
que has querido enaltecer
a tu sacerdote san Miguel
por la inocencia de vida y una admirable caridad:
te pedimos nos concedas
que, aleccionados por sus ejemplos
y abrasados en tu amor,
merezcamos llegar a ti.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Palabra del Santo Reformador
Mi fundador fue humilde y pobre
“La novedad que a mí me asombra es que, habiendo sido mi Fundador humilde, mortificado y pobre…a quien yo debo imitar, nada de eso haya en mí sino todo novedad, no habiendo quedado de lo que viejo más que el nombre de religiosos”. (San Juan Bautista de la Concepción. Tomo VIII, 216 a. Roma 1830-1831).