¡Hoy es un día especial! Siempre que llega el 4 de noviembre me gusta recordar el maravilloso regalo de la amistad. Celebrar el día de San Félix de Valois se convierte en un día que nos recuerda la importancia de la amistad y la unión en los momentos buenos y malos. Como el inseparable dúo de Batman y Robin, la amistad de San Juan de Mata y San Félix de Valois nos muestra que juntos somos invencibles, juntos podemos enfrentarnos a cualquier desafío y cambiar el mundo.
La amistad es un tesoro, un regalo precioso que nos hace más fuertes, y San Juan de Mata y San Félix de Valois nos lo demostraron con su vínculo inquebrantable. La amistad es esa unión mágica entre dos seres que se estiman, se respetan y se quieren en todas las circunstancias.
Por eso me gusta imaginar a estos dos amigos, Juan y Félix, unidos por un propósito común: la redención de los cautivos. Dos amigos con un solo proyecto, dos corazones valientes decididos a cambiar el mundo. La vocación y la misión liberadora que compartieron fue un sueño compartido, una visión que se convirtió en realidad gracias a su confianza mutua.
En un mundo lleno de desafíos y adversidades, siempre necesitamos grandes amigos que estén dispuestos a acompañarnos en nuestro camino. Juan y Félix no solo se apoyaron mutuamente, sino que también se embarcaron en un viaje épico en pleno invierno de 1197 para obtener la aprobación de la Santa Sede en Roma.
Félix y Juan compartieron su tiempo, sus sueños y sus esperanzas. En su amistad, encontraron la fuente de la libertad. Como dos almas gemelas, se unieron para cumplir una misión noble: rescatar a los cautivos de la opresión. Su amistad los hizo invencibles, como dos superhéroes de la Edad Media, luchando juntos contra la injusticia.
Así que, en este día de San Félix de Valois, recordemos la importancia de la amistad y la unión. Juntos son el ejemplo perfecto de una amistad sólida y comprometida que forjó un camino hacia la redención y la liberación. Pero su amistad es un amor proactivo, capaz de crear nuevas realidades y que se extiende a todas las personas que necesitan ayuda.
Nuestro carisma, nuestra vocación, es una llamada a ser amigos de aquellos que sufren y están atrapados en situaciones difíciles, tal y como San Juan de Mata y San Félix de Valois lo fueron para los cautivos. Vivir en la Casa de la Santísima Trinidad es vivir en la casa donde la amistad es cultivada de manera diligente.
¡Celebremos su amistad y sigamos inspirándonos en su ejemplo! ¡Feliz día de San Félix de Valois!
P. Antonio Torres García, OSST