13de octubre de 1504: Fundación del Convento del Remedio en Valencia, que sucede al anterior de la Stma. Trinidad que se quedaron las clarisas al haber sido suprimido por falta de religiosos (1444).
Sesenta años estuvieron los trinitarios sin convento en Valencia, hasta que en 1504 un mercader de la ciudad, D. Fernando de Aguilar, les donó la ermita dedicada a Nuestra Señora del Remedio extramuros de Valencia, junto a la Puerta del Mar. El rey Fernando el Católico dio el privilegio para aprobar la donación y constituir la fundación, indignado como estaba de la falta de una casa trinitaria en Valencia, y tomó bajo su amparo y protección la casa, a los religiosos y a los obreros. El 13 de octubre de ese mismo año tomaron posesión de la iglesia y de la casa aneja, comenzando las obras del nuevo edificio. El primer Ministro fue fr. Alonso de Mata, procurador de la Orden y confesor del rey católico. En febrero de 1505, doña Juana, reina de Sicilia y virreina de Valencia, facultó a los trinitarios para predicar y pedir limosnas en todo el reino de Valencia, así como de pedir limosnas en nombre de San Blas en los obispados de Valencia, Segorbe y Orihuela.
El empuje que necesitaban para la construcción vino de D. Guillermo Ramón de Moncada, obispo de Tarazona, que en 1512 mandó edificar nueva iglesia, claustro y refectorio, reservándose un cuarto en el convento para sí y sus familiares, que desde entonces se llamo Cuarto de los Moncada.
El Capítulo Provincial de 1541 trasladó la casa provincial de Lérida a Valencia. El Capítulo de 1571 constituyó esta casa como colegio de teología de la Provincia, siendo el primer convento de la Provincia de Aragón donde se leyó teología.
Ese mismo año, el 7 de octubre de 1571, sucedió la victoria cristiana de Lepanto con la invocación de la Virgen del Remedio (se dice que fue Miguel de Moncada, lugarteniente de D. Juan de Austria y con escuadra propia, quien propuso la invocación de la Virgen del Remedio para la protección de los barcos cristianos, y se sabe que fue él quien consiguió los privilegios papales y reales para el convento valenciano tras la batalla naval). San Pío V el 5 de marzo de 1572 concedió a perpetuidad indulgencia plenaria toties quites a quienes visitasen del día de la Anunciación la iglesia de los trinitarios, y Gregorio XIII en 1575 concede indulgencia plenaria a quienes la visiten el 7 de octubre de cada año.
La atribución de la victoria naval a la Virgen del Remedio dio gran renombre al convento trinitario y la devoción se extendió a otros conventos de la Orden y a todos los reinos de España. Dice el jesuita italiano Plácido Samperi en 1644: “Por tanto, a imitación de esta Virgen de Valencia, en todas las iglesias esta sagrada religión toma por protectora a esta Señora y la propone a los pueblos como seguro remedio de todas las necesidades, y así ha hecho también en Mesina”.
El 5 de agosto de 1580 llegaron a Valencia 108 cautivos rescatados en Argel por los PP. Juan Gil y Antón de la Bella, haciendo la solemne procesión desde el convento del Remedio hasta la catedral y regreso; entre aquellos cautivos iba D. Miguel de Cervantes que al regresar al convento trinitario pidió ser admitido como terciario de la Orden. Dos procesiones más de cautivos se realizaron en 1583 y 1618, todas ellas procedentes de Argel, hasta que los mercedarios se opusieron por pertenecer Valencia al reino de Aragón, debiendo cambiar el puerto de desembarco y las procesiones a la ciudad de Cartagena, que era del reino de Castilla.
Fue también famoso el convento valenciano por la imprenta fundada por fr. Jerónimo Box en 1595, donde el P. Onofre Micó publicó en 1700 su Lex evangelica.
En 1835 fue desamortizado y dos años después demolido todo el conjunto, solo queda el nombre del emplazamiento, Pla del Remei.
En esa zona de la capital del Turia erigió D. Marcelino Olaechea Loizaga, Arzobispo de Valencia, una parroquia el 21 de Noviembre de 1957, con el título de Nuestra Señora del Remedio.