BEATO DIEGO JOSÉ DE CADIZ, PRESBITERO
22 de mayo
Cofrade Trinitario
Por Ángel García Rodríguez
Nació este santo religioso el 30 de marzo de 1743 en Ubrique (Cádiz). Se formó en la recia espiritualidad capuchina, con gran aprovechamiento. Ordenado sacerdote en la Orden de los Capuchinos, fue nombrado predicador, y en esa misión recorrió casi toda España. Con la eficacia de la palabra divina y el testimonio ejemplar de su vida, indujo a toda clase de personas a la honestidad de costumbres y a la piedad cristiana. Era devotísimo de la Santísima Trinidad. De su vivencia del misterio trinitario daba testimonio con su vida y en su ministerio de predicación. Recorría los pueblos y ciudades de Andalucía anunciando el mensaje de salvación con gran fruto espiritual de los fieles.
En el convento de los Trinitarios Descalzos de Sevilla pidió y fue admitido como Cofrade Trinitario. Llevaba con fe y sano orgullo el escapulario trinitario como signo de su íntima unión con las Tres divinas Personas. Su devoción mariana se manifestaba, de acuerdo con la tradición capuchina, hacia la Divina Pastora. Con sus ardientes predicaciones atraía a multitudes de sus oyentes. Sus misiones populares eran muy concurridas. Por esto se le considera como “el Apóstol de Andalucía del siglo XVIII”. Murió en Ronda (Málaga) el 24 de marzo de 1801. Fue beatificado por León XIII en 1894.
Evangelio
Mt. 28, 16- 20: Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo
Comentario
San Mateo finaliza su Evangelio señalando la despedida de Jesús. El Maestro traza las líneas de fuerza que han de orientar para siempre a sus discípulos, los rasgos que han de marcar a su Iglesia para cumplir fielmente su misión. Jesús pide que todos conozcan la Buena Noticia, sobre todo los que menos se lo esperan: los pecadores, los pobres, enfermos, encarcelados y cautivos de la sociedad.
El fraile capuchino terciario, Diego José de Cádiz, asumió con gran responsabilidad el mandato de Jesús: “Id y haced discípulos a todos los pueblos”. Unido al corazón de Dios Trinidad, fue anunciando por todos los pueblos de Andalucía las grandezas y bondades de nuestro Dios Trinidad. Un claro ejemplo de la universalidad del carisma y espiritualidad trinitaria.
Oración
Oh Dios,
que en el sacerdote beato Diego
nos diste un ejemplo de amor y devoción
al misterio de la Santa Trinidad;
concédenos en tu bondad,
el constante afán de mantener
y completar con las obras
aquella fe que con incansable celo
siempre confesó.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Palabra del Santo Reformador
Ayudar a Dios
“Esto es lo que te digo yo, que ayudes a Dios en esta forma, que lo que su Majestad tiene puesto y escondido dentro de ti, tú lo descubras con la consideración, lo mires con el entendimiento, lo contemples con el alma; y en ese Dios, que ahí se te está dando, te satisfagas con la voluntad”. (San Juan Bautista de la Concepción. Tomo II, 157 b. Roma 1830-1831).