SAN BENITO JOSÉ LABRE
16 de abril
Cofrade Trinitario
Por Ángel García Rodríguez
Benito José Labre nació en Amettes, en la región francesa de Artois, el 26 de marzo de 1748. Su familia se dedicaba a las faenas del campo. A los 16 años quiso cambiar de vida. Abandonó el campo para dedicarse a la oración y contemplación. Pidió ser admitido en la cartuja de Neuville-sous-Montreil. A las seis semanas tuvo que abandonar aquel género de vida por problemas de salud. Por segunda y tercera vez intentó seguir aquel proyecto en la Gran Trapa y en Setp Fons, pero las dos veces tuvo que desistir. Entonces se dedicó a peregrinar y mendigar, visitando muchísimos santuarios, particularmente en Italia. En todas partes fue ejemplo de oración y modelo de vida cristiana. Sus prácticas preferidas eran: asistir al ejercicio de las Cuarenta Horas, oración y penitencia…Dormía bajo las arcadas del coliseo en Roma. Pertenecía a la Cofradía de la Santísima Trinidad. Murió en Roma el 16 de abril de 1783 a la edad de 35 años. Pío IX lo beatificó en 1835 y León XIII lo canonizó el 8 de diciembre de 1883.
Evangelio
Lc. 12, 22-31: Vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que
el vestido
Comentario
Jesús en el Evangelio de hoy nos invita a saber aceptar la ansiosa inquietud que anida en cada uno de nosotros y a buscar la paz interior: “No andéis agobiados por la vida”. El hombre, se afana en buscar, en como asegurar su futuro y el de su familia. Se llega a sentir gran inquietud pensando en el futuro, y la incertidumbre del mismo es lo que produce en nosotros temor: Temor a perder el trabajo, a enfermar, a no poder afrontar los compromisos contraídos, etc. El temor muestra nuestra falta de confianza en el Señor. Jesús nos señala que la respuesta a esos temores está en buscar a Dios y su Reino: “Busquen el Reino de Dios y lo demás se les dará por añadidura”.
El terciario Benito José Labre, Quijote a lo divino, peregrino y mendigo, aprendió muy bien estas palabras de Jesús de vivir en la inseguridad y en intemperie del mundo. Ciertamente a este hermano terciario trinitario poco le preocupó la comida, el vestido y el dinero. Su preocupación fue la oración con Dios y la ayuda a los pobres. Aprendamos un poco hoy la Familia Trinitaria de este terciario trinitario, mendigo de Dios y mendigo de los hombres.
Oración
Oh Dios,
que hiciste que san Benito José,
por el afán de la humildad y el amor a la pobreza
se entregara unicamente a ti;
concédenos, por su intercesión,
sopesar sabiamente lo temporal
y buscar siempre lo eterno.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Palabra del Santo Reformador
Partir con el pobre nuestro pan
“Ved aquí, mis hermanos, el intento que nuestra Regla tiene en estrecharnos, de suerte que no sólo quiere que demos las sobras, sino de lo necesario, partiendo con los pobres nuestro pan y comida…¡Oh, si echásemos de ver los bienes que del trato con los pobres recibimos! ¡Cómo no nos desarraigaríamos de ellos”. (San Juan Bautista de la Concepción. Tomo V, 51 a. Roma 1830-1831)