SANTISIMO REDENTOR
23 de octubre
Ángel García Rodríguez
La devoción al Santísimo Redentor está vinculada a la actividad redentora de la Orden Trinitaria y se relaciona con el hecho histórico de una redención del año 1682 en la que, juntamente con 211 cautivos, fue rescatada, entre otras, una imagen de Jesús Nazareno. Esta imagen tuvo en seguida, y continúa teniéndola en nuestros días, una gran devoción popular, siendo venerada en la iglesia de “Jesús de Medinaceli” de Madrid. Existen innumerables representaciones de dicha imagen dentro y fuera de la Familia Trinitaria.
La Sagrada Congregación de Ritos “para promover más la devoción hacia el santísimo Redentor, cuyo título es venerado en dicha Orden de un modo especial”, concedió a los trinitarios descalzos el 11 de diciembre de 1734 el oficio y misa del Redentor para el 23 de octubre. Actualmente, después de la última reforma litúrgica, este día tiene para los trinitarios la categoría de fiesta.
Evangelio
Jn. 3, 13-18: “Tiene que ser elevado el Hijo del hombre”
Comentario
El evangelista san Juan nos presenta hoy la oferta universal de vida y salvación por parte de Dios que tiene un motivo y una finalidad. El motivo: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único”. La finalidad: “Para que no perezca ninguno de los que creen en él”. La entrega de su Hijo al hombre por parte de Dios, como oferta de salvación es perenne. Cristo sigue entregándose hoy al mundo por la salvación y dignidad del hombre.
La imagen del Cristo redentor liberada por los Trinitarios en 1682 representa al Jesús cautivo que acompaña a tantos cristos rotos y cautivos por la esclavitud, la marginación y explotación del hombre. La Familia Trinitaria continua rezando a Jesús Nazareno Rescatado que no vino a condenar al mundo sino a salvarlo y liberarlo.
Oración
Señor,
tú que te has dignado redimirnos
y has querido hacernos hijos tuyos,
míranos siempre con amor de Padre;
y haz que, cuantos creemos en Cristo, tu Hijo,
alcancemos la herencia eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Palabra del Santo Reformador
Pensar en la Pasión de Cristo
“Yo me crié con un maestro de novicios que siempre nos persuadía que pensasemos en la Pasión de Cristo y que no saliésemos ni nos apartasemos de ella, ni nos metiésemos en otras sutilezas, delicadezas ni dibujos..Dijonos también que jamás perdiésemos de nuestra presencia y vista interior a Cristo Crucificado, azotado y coronado de espinas”. (San Juan Bautista de la Concepción. Tomo V, 206. Roma 1830-1831)