Ha comenzado, ya es imposible pararlo. La maquinaria está engrasada, el barco empieza a moverse. Hemos vuelto con nueva ley, nueva forma de hacer las cosas, nuevos lemas, nuevos miedos… El curso 2023-24 ha comenzado en los colegios de la Fundación Educativa Santísima Trinidad, la máxima expresión de la Iglesia educadora con sello carismático trinitario, ese que transmitimos desde hace ya 825 años.
La LOMLOE nos trae otro galimatías de siglas, decretos, órdenes… además de un nuevo currículo. Nos dicen que este año es el definitivo, ahora sí que sí aseguran que evaluaremos la competencia del alumnado, no la cantidad de conocimientos. Se evaluará al niño no tanto por lo que sabe, sino por cómo lo aplica en su vida cotidiana. La LOMLOE ya ha tomado el mando y sabemos que el tecnócrata de lo educativo es muy dado a poner nombres a todo, como una suerte de Adán, o a cambiar nomenclaturas para que todo siga quedando igual.
Para este curso hemos optado por un lema sugerente, ambicioso y cargado de fuerza: Juntos somos invencibles. Siguiendo la estética de los superhéroes, tan atractivos para niños y adolescentes, queremos transmitir un mensaje claro: unidos como Familia Trinitaria y con la fuerza de nuestra fe en Cristo seremos capaces de conseguir cualquier propósito. Afianzando la apuesta por la inteligencia espiritual y mostrando la Buena Noticia de Jesús como el mejor camino para la persona, queremos que los alumnos al abandonar nuestros centros lo hagan con una vocación clara de mejorar la vida de los que viven a su lado desde una acción decidida por una sociedad justa e igualitaria.
Pero nosotros, como buenos herederos de san Juan de Mata y de todas las sensibilidades trinitarias posteriores, no tenemos miedo a nada. Seguimos apostando por la persona, no por los caprichos legislativos de unos pocos. La innovación educativa es nuestra marca desde hace ya mucho tiempo y no queremos renunciar a ella. No nos asusta una nueva ley ni un nuevo currículo, siempre pondremos por encima el testimonio y la ilusión de enseñar. La educación del pensamiento, el aprendizaje cooperativo o la formación de la inteligencia espiritual, objetivos fundamentales de nuestra pedagogía, seguirán acompañando a nuestros alumnos otro curso más. Decía el padre Manjón, pedagogo burgalés y fundador de las Escuelas del Ave María en Granada, que “educar es formar personas completas”; es el gran tema de la educación integral del ser humano que no puede olvidar su dimensión espiritual y que nuestros colegios quieren seguir apoyando.
Tres son los grandes retos que afrontamos en este curso que arranca. El primero es la implantación de un nuevo Plan Pastoral Marco de nuestra Fundación. Elaborado con la participación de toda la comunidad educativa de los quince colegios, presentes en Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León, Cataluña y Baleares, quiere unificar la forma trinitaria de evangelizar la escuela desde un proyecto común que acoja a todas las sensibilidades que forman parte de la Fundación. El segundo será el trabajo y formación en el acompañamiento personal, una emergencia educativa, al hilo de la expresión de Benedicto XVI, para todas las edades y espacios tan necesitados de acogida, paz y ternura en un mundo cada vez más violento. Y, finalmente, el cultivo de la interioridad humana a través de proyectos de interiorización y profundización espiritual en las escuelas, no solo asociados a la acción pastoral, sino también desde las tutorías, las escuelas de madres y padres o asignaturas como Religión, o la flamante Educación en Valores Cívicos y Éticos.
Nuestra misión liberadora en el ámbito de la escuela cristiana nos llama a sobreponernos ante las dificultades con una sonrisa. Faltan recursos tanto humanos como económicos en los colegios, hay una distorsión entre lo que se predica en las aulas y lo que se enseña en muchas casas, existe una alarmante falta de control de las redes sociales de los hijos por parte de las familias, el incremento de la violencia en la sociedad (prueba palpable es el lenguaje adolescente) y otros muchos frentes de batalla atosigan a las comunidades educativas.
El camino es largo, complejo, con muchos sinsabores, pero sin duda con más alegrías que penas. Toma de la mano a tu compañero, da un paso atrás, coge impulso y salta adelante. Sabemos que no somos el Capitán América, Wonder Woman o alguna de las deidades olímpicas, pero si sientes a Jesús a tu lado sabrás que ese salto de fe tendrá un final made in Hollywood. No lo dudes, ¡juntos somos invencibles!
JUAN ENRIQUE REDONDO CANTUESO
Coordinador de Evangelización y Pastoral
Colegio Stma. Trinidad – Trinitarios Córdoba FEST