En la luminosa tarde del Domingo de Ramos, a las 17:30 horas, los fieles se preparan para recibir con alegría la procesión de la Real y Trinitaria Hermandad del Santísimo Sacramento, Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Esperanza. Este día, marcado por la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, es un momento de gran significado espiritual para todos los fieles, quienes se unen para celebrar y renovar su fe en medio de cantos y palmas.
Más allá de las procesiones y la devoción, la Hermandad del Cautivo de Dos Hermanas se distingue por su compromiso con la solidaridad y la caridad. Su Bolsa de Caridad colabora fielmente con la Caritas Parroquial, brindando apoyo y asistencia a quienes más lo necesitan en su día a día. Este año, han iniciado un nuevo proyecto en colaboración con el SIT, bajo la dirección del religioso trinitario Padre Antonio Aurelio, para reconstruir las casas de los Cristianos Perseguidos en la región de Manipur, en la India, demostrando así su solidaridad con aquellos que sufren persecución por su fe.
Además, la Hermandad continúa su apoyo al COF (Centro de Orientación Familiar), una obra social que realizan en conjunto todas las hermandades de Dos Hermanas, contribuyendo así al bienestar y la unión de la comunidad.
Este año, la Hermandad del Cautivo de Dos Hermanas presenta una novedad emocionante: el estreno de su propia agrupación musical, que acompañará tras el paso de Nuestro Amado Titular. La Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Cautivo, recién formada, añade un nuevo matiz musical a la procesión, enriqueciendo aún más la experiencia espiritual de los fieles y honrando la devoción hacia su titular.
En esta ocasión tan especial, la Real y Trinitaria Hermandad del Santísimo Sacramento, Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Esperanza nos invita a unirnos en oración y acción, en comunión con los valores trinitarios de fe, solidaridad y compromiso que representa. Que su ejemplo inspire a todos a seguir el camino del amor y la compasión, haciendo de cada día una oportunidad para renovar nuestra fe y nuestro compromiso con los demás.