En este momento tan importante para la Orden Trinitaria, como es el Capítulo Provincial, es la ocasión idónea para reflexionar, analizar y evaluar diversos aspectos de la vida trinitaria. Sin embargo, el que me atañe de manera más directa y personal es el relacionado con la Pastoral Juvenil Vocacional.
La Pastoral entró en mi vida hace ya casi 10 años y, desde ese momento ha constituido una parte esencial de mí. Los jóvenes de hoy en día estamos inmersos en una sociedad marcada por la rapidez, la inmediatez y la dificultad para construir a largo plazo. Los innumerables estímulos y el volumen excesivo de información a los que estamos expuestos constantemente dificultan que tengamos momentos para meditar sobre nosotros mismos y nuestra fe.
En medio de estas adversidades y en un mundo de marcado carácter individualista, donde el camino de la fe es cada vez más difícil de seguir para los jóvenes, la Pastoral Juvenil Trinitaria nos ofrece este espacio que propicia el encuentro sincero y cercano con otros jóvenes y con Dios, haciendo posible que nos podamos sentir parte de la comunidad cristiana. Personalmente, estos momentos, encuentros y personas que constituyen este grupo han conformado mi ser y me han hecho crecer tanto personalmente como en el camino de la fe.
Asimismo, considero que los laicos tenemos una labor esencial que desarrollar dentro del ámbito religioso. Los jóvenes trinitarios tenemos una misión evangelizadora hacia los más pequeños de nuestro entorno a través de la catequesis, grupos de postcomunión, confirmación, etc. Podemos aportar nuestro pequeño/gran granito de arena para transmitir nuestra manera de sentir y nuestro carisma trinitario.
Considero que la presencia de los jóvenes en la orden es esencial, pues aporta un punto de vista actual y una conexión cercana para conocer cuáles son nuestras inquietudes y deseos. Este vínculo permitirá alcanzar metas más altas. Para ello, pediría a la orden que potencie la integración de los más jóvenes y abra sus puertas a nuevas miradas y formas de entender nuestros planteamientos, en la seguridad de que nosotros estaremos a este lado para ayudar, colaborar y participar en los cometidos que se nos requiera.
Sin más, me despido de ustedes no sin antes agradecerles su disponibilidad y entrega en todo momento por ofrecer a la Pastoral Juvenil Trinitaria un espacio de reflexión durante este Capítulo que tendrá lugar próximamente.
María León Velasco
PJV Córdoba